viernes, 21 de marzo de 2008

Estadísticas sobre Internet y más...


El informe de un estudio sobre el uso de Internet, destacó que los servicios más visitados, eran las páginas Web (86%), correo electrónico (76%), charlas interactivas (21.9%) y transferencia de ficheros (20.4%); además destacó que la búsqueda de documentos, lectura de noticias y descarga de archivos musicales, eran las actividades más recurrentes de los usuarios; asimismo, se determinó que el 67% accede a Internet desde el hogar, el 42% desde el trabajo y, el 14% desde los centros de estudio, y el 9.7% desde terminales públicos comerciales (Romero, 2002, citado por Gutiérrez, Pérez & Rojas, 2006).


Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas en la publicación sobre el Estado de la Población Mundial (1998), a fin de este siglo la humanidad cuenta con la mayor población de jóvenes entre 15 y 24 años de toda su historia; para el 2010 ingresarán al mercado de trabajo 700 millones de jóvenes en los países en desarrollo; cifra superior al conjunto de la mano de obra de los países desarrollados en 1990 (Solís, 2001).



Lo anterior demuestra que existe una creciente necesidad de profesionistas calificados que sean ganadores en un ambiente de competencia y respondan correctamente a la globalización, al tiempo de toma de decisiones, a la obsolescencia rápida de conocimiento, a la rapidez de los cambios, al desarrollo tecnológico y a la adaptabilidad a la tecnología (González, 2005).



En el año 2001, el Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC) de la UNESCO, en un estudio diagnóstico desarrollado para conocer la evolución, situación presente y perspectivas de desarrollo de la educación superior a distancia, realizada mediante el uso de nuevas NTIC en la educación superior –participando 77 universidades, 55.7% de la totalidad afiliada a la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Educación Superior (ANUIES)– encontraron que en 31 instituciones se imparte la modalidad a distancia, el 53.3% tienen proyectada la implantación de esta modalidad, el 98% establecen la necesidad de impartirla en los próximos cinco años, para de esta manera resolver una amplia gama de necesidades como: desarrollar nuevas estrategias de aprendizaje, mejorar la calidad de la educación, contribuir a la actualización permanente del personal docente, optimizar el uso de la infraestructura tecnológica entre otros (ANUIES-IESALC, 2003).



A lo anterior se une lo encontrado por el Centro para la Investigación y la Innovación Educativa (CERI, por sus siglas en inglés) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico [OECD] (2005), en un estudio desarrollado a partir de indagar en las estrategias y actividades institucionales asociadas a los diferentes niveles de transformación de los procesos de enseñanza y aprendizaje en instituciones de educación superior –en 13 países, incluyendo a México–, encontrando la existencia de pocos programas educativos suministrados 100% en línea y que sólo una de las 19 instituciones encuestadas, ofrecía cursos y programas impartidos totalmente en línea, es decir, sustituyendo en un 100% las actividades del salón de clases; el resto declararon tener planes de hacerlo en los tres años siguientes.



En el plano nacional, Thomasson, Foster & Press (2002), en un estudio diagnóstico desarrollado sobre la difusión de Internet en México, manifestaron que en la población, la tasa de usuarios es de más del 10% –17 usuarios por cada 100 habitantes–, el Internet está fuertemente establecido en todos los sectores (empresas, gobierno, sociedad, educación, entre otros) con falta de generalización al sistema educativo, la infraestructura de conexión, es amplia –fibra óptica– con troncales de alta capacidad, conectividad internacional de alta velocidad a costos accesibles en hogares, la cobertura geográfica es dispersa puesto que el acceso a Internet se encuentra al menos en el 50% del primer nivel de las subdivisiones políticas de la economía –con ruta limitada en el sector rural–, la infraestructura organizacional es amplia y abierta a la competencia, y la sofisticación en el uso se hace en aplicaciones nuevas o se realizan cambios significativos en los procesos y prácticas existentes.



Con la finalidad de reducir la brecha digital en comunidades donde el acceder a la tecnología en el hogar y en la escuela son limitados, en México organismos como INTEL (2007), con el apoyo de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), en el año 2006 impartieron programas de capacitación a niños y jóvenes, enfocados en tres áreas: alfabetización tecnológica, pensamiento crítico y colaboración; dichos programas fueron desarrollados en 220 centros comunitarios de 13 entidades federativas –Chiapas, Campeche, Yucatán, Oaxaca, Veracruz, Puebla, Hidalgo, Morelos, Michoacán, Distrito Federal, Jalisco, San Luis Potosí y Querétaro; corriendo pilotos en Baja California Sur y Zacatecas– logrando capacitar a 16,300 niños y jóvenes, a través de 340 facilitadores.



Asimismo el grupo INTEL anunció que para el año 2007, ampliarían el programa al resto del país, sin embargo se observa que para ello sólo se consideran niños y jóvenes dejando fuera a otros sectores de la sociedad –amas de casa, adultos mayores, personas desempleadas, docentes, entre otros–, por lo que deja espacios en los cuales otras organizaciones pueden intervenir.

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